Cuando la Ciberseguridad llega al consejo: una revolución institucional
Recientemente, el gobierno del Reino Unido actualizó su código de buenas prácticas en ciberseguridad, subrayando un mensaje claro: la responsabilidad ya no es solo cosa de TI, sino que recae con fuerza en el consejo de administración .
Amenazas persistentes, respuesta institucional
Los ciberataques semanales por parte de grupos pro‑rusos o pro‑palestinos a empresas y entidades gubernamentales británicas ya no son solo una posibilidad; son una realidad cotidiana. En este contexto, el nuevo código exige que cada director esté consciente de estos riesgos y participe en las decisiones estratégicas sobre ciberseguridad.
La ciberresiliencia como riesgo empresarial central
Richard Horne, director del NCSC, lo ha dejado claro: la ciberseguridad debe tratarse como un riesgo de negocio, no simplemente un asunto técnico. La supervisión desde arriba es esencial: solo así se logra una estructura coherente y transparente para prevenir brechas o reaccionar rápidamente si ocurren.
Formación y preparación real
El código no se queda en el papel. Incluye módulos digitales para directivos, diseñados por el NCSC, y complementa los cursos Cyber-Essentials existentes. La clave: que los líderes sepan qué preguntar, cómo evaluar los controles y qué esperar de su equipo de TI. Solo así se traduce en una cultura de ciberseguridad efectiva.
Consecuencias estratégicas y regulatorias
Este movimiento prepara el terreno para futuras medidas, incluido el poder de imponer multas severas a proveedores de servicios de datos que incumplan. Y no solo en el Reino Unido: iniciativas similares como la Cyber Security & Resilience Bill y la NIS2 europea van por la misma línea.
Opinión final
Este cambio representa un hito: la ciberseguridad se convierte en una cuestión de gobernanza corporativa. Obliga a los consejos de administración a asumir su rol, formarse activamente y garantizar que la empresa no solo tenga defensas, sino también liderazgo y conciencia institucional.
Un paso clave hacia una visión donde la ciberseguridad deja de ser un coste o un desafío técnico, y pasa a ser una inversión en resiliencia y supervivencia empresarial.
Es hora de que nuestros consejos actúen con la misma determinación que el Reino Unido.